
No lloro, pero estoy tan rota por dentro que cuesta mantener la sonrisa. El vacío se extiende y no hay libros, ni música que puedan llenarlo.
Lo quise, es probable que aún lo quiera, pero no lo querré siempre.
Lo odié, lo odio ahora más que nunca, pero no lo odiaré siempre.

"-¿te duelen mucho las piernas?
-Si.
-Voy para allá y te llevaré cargada a donde quieras, así no tendrás que caminar.
-Pero estás enfermo, te caerás.
-No importa, no me caeré, confía en mi"
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Qué opinas?