domingo, 29 de junio de 2014

Emptiness

Me he quedado sin ganas de encontrarte nuevamente y sin embargo, te he hallado aquí, en la mañana de un fin de semana cualquiera, cuando en el aleatorio salta esa canción que tanto te gustaba.

Domingo de lluvia, de un café en el desayuno y un té frío por la tarde. 
Domingo entre letras, melodías y fotografías que parecen gastadas de haber sido observadas tantas veces.
Domingo imposible, porque no estás tú, y porque parece que tu ausencia y yo nos estamos llevando bien.
No miento al decir que ya no te echo de menos como antes, cuando eran cuarenta las oportunidades que teníamos de estar juntos, de aquellas que sólo quedan veinte y tantas ahora, en una cuenta regresiva que nunca se detiene. Y sigo queriendo marcar tu número para luego colgarte, simplemente para asegurarme de que sigas al otro lado de la línea esperando mi llamada como solías hacerlo; pero todo aquello ahora ha quedado en el tiempo, congelado, inerte, ya sin posibilidad de mirarnos de nuevo y decirnos todo aquello que había quedado pendiente, con la promesa de fundirnos el uno con el otro en un beso que llevaría conmigo hasta que algún día nos volviéramos a ver finalmente. 

Domingo por la noche, domingo extinto... E intento no sentir nada como un acto reflejo, camuflando el vacío que has dejado dentro de mi mente, ignorando el frío que corre por los espacios entre mis dedos.
Y si he de estar sola, abandonada, pero libre, lo estaré. He de ir buscando la manera de seguir de pie cuando la melancolía venga pisándome los talones y la soledad me deje la ropa impregnada al olor de cigarros y alcohol. 
Me he ido, te has ido y no ha quedado nada, sólo mi sombra copiando cada paso que doy de aquí en adelante.

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