lunes, 12 de enero de 2015

Una tarde de enero

Neruda plasmó en su poema 15:
"Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca."


No estás y yo sigo aquí,
ahogándome en letras vacías,
en la rutina irrepetible
y el pesar de los días.

Tu ausencia es palpable,
así como mis insomnios,
ambos aparecen en un silencio ensordecedor
que me arrebata el sueño.

Y sueño,
sueño contigo,
sueño que no estás,
que me has dejado.

Quiero despertar, ahora,
pellízcame y sácame de este trance,
o vuelve y hazme soñar de nuevo
con tu beso en mi boca una tarde de enero.

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