domingo, 15 de febrero de 2015

Metafóricamente, tú

Cuando mi barco se ha hundido, has sido mi balsa y aún navegando sin mapas, he ido en tu dirección.
Tengo miedo a perderme en tus siete mares o chocar en alguna de tus incógnitas sentimentales. Pero busco sin remedio tu mirada, igual al mar no por su azul, si no por su inmensidad.
Me cierras las puertas, abres ventanas. Por ti sería capaz de saltar desde muy alto si sé que estás allí abajo aguardando mi caida. Aunque ahora todo es incierto y voy cayendo lentamente a ciegas sin saber si estás, albergando la esperanza de que con tus brazos extendidos me evites el golpe.
Devuélveme el sueño si ya con tenerme despierta te basta y si mi corazón no es suficiente, te regalo cada efímero pedazo de mi desgastada alma.
Y si me dices que no me quieres, que fui un error de cálculo y que no hay letra ni poesía que me repare. Solo, entonces prometeré dejarte.
Pero no te hagas ilusiones mi vida, que ni así ni en ninguna otra circunstancia, dejaría de amarte.

1 comentario:

  1. A ver, me encanta cómo escribes, las metáforas y todo, por eso siempre es un placer pasarme por aquí jaja pero creo que ya sabes que yo no soy muy romántica que digamos y no creo en los "te amaré para siempre" ni en que siempre haya alguien abajo para evitarnos la caída. Creo que en esta vida el único que se puede evitar el porrazo o levantarse y curarse después de una buena leche es uno mismo. Pero, aún así, precioso el texto :) Jaja
    Un abrazo y pásate cuando quieras :3

    ResponderEliminar

¿Qué opinas?