domingo, 12 de julio de 2015

Oasis

"...Y luego me di cuenta de una cosa: la mujer es el reflejo de su hombre.
Si tu la amas hasta el punto de locura, ella se convertirá en eso." -Brad Pitt, Un Secreto de Amor.




Soy como el clima inestable de los veranos en Florida,
puedes acostumbrarte a mí cuando estoy llena de sol.
Entonces con los ojos te hago sentir como si estuvieras en casa,
mis brazos te mantienen caliente
y mi boca, con sus palabras,
te describe en silencio los atardeceres en tonos de naranja,
mientras te hace sentir el agua del mar recorriendo tus labios con un beso,
cubriéndolos de grietas, humedeciéndolos,
convirtiéndolos en arena, que pronto se desvanece.
Y ya ves,
puedo ser lo más lindo que hayas visto,
lo más dulce que hayas probado,
lo más placentero que hayas sentido... Por cuestiones de segundos.
Para luego, en un instante,
como aquella nube negra que se oculta al igual que una sombra,
detrás de ti y sin previo aviso,
desencadenar una gran tormenta.
Y desearás haber buscado refugio y calor bajo otro techo,
en otros ojos y brazos,
no en los míos, esos que ahora representan caos y frío,
de los que ya es muy tarde para protegerte.
Te hundiré en el más violento de los océanos,
me mezclaré con el viento para hacerte temblar bajo la piel,
y te juro que tras una mirada helada,
habrás deseado no haber cruzado jamás tu camino con el mío.
Porque soy,
no uno, sino,
todos los desastres naturales de los que has oído a lo largo de tu vida,
todas las personas de las que te han advertido,
y aquellas de las que has debido mantenerte lejos a pesar de lo valiente que quieras demostrar ser.
Cariño, puedo ser
el peor lugar en ruinas al que hayas visitado,
la oración más carente de sentido que hayas leído,
el dolor de cabeza más insoportable que —si tienes suerte y te alejas a tiempo— no tendrías que sufrir.
Pero,
sí dejas el temor a un lado,
te despojas de las inseguridades
y me besas cada tierra de nadie que encuentres,
puede que tropieces con el punto exacto de equilibrio,
entre mis imperfecciones y mis días buenos...
Así entenderás que soy un tornado no porque quiera derrumbarte,
sino para convencerme a mí misma que quieres entrar en mi desastre tanto como yo quiero que estés allí.

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