Dicen amarte
cuando en la desnudez
te tragas los tabúes
y sacas a relucir tus rincones inexplorados,
desempolvando en un arrebato a las pasiones que te habitan,
que te queman,
que te transforman
y te hablan hasta enloquecerte.
Te aman cuando te pierdes,
cuando abandonas tu cuerpo por unos segundos
y solo eres carne y fuego;
cuando de tus poros se escapa el sudor desenfrenado
y en tu garganta se atoran los gemidos.
Pero luego
al llegar al punto de retorno,
a la redoma del éxtasis,
¿quién se recostará a tu lado y te cubrirá con la sábanas,
quién se tomará el tiempo para mirarte a los ojos y descubrir tus misterios,
a quién le leerás tu poema favorito mientras te atrapan los mechones de cabello entre los dedos,
quién te hará reír de manera despreocupada
o simplemente decidirá quedarse, para hacerte compañía?
Todos por los que has dejado la piel,
no sabrán que hacer cuando de ti
solo quede alma.
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