Durante lo que llevo de mis vacaciones, aunque poco prometedoras, me han dado mucho que pensar. Luego de unas tres películas diarias, muchas listas de reproducción de música, unos cuantos sorbos de té e incontables páginas de libros; he convertido mis hobbies en rutina y vivo luchando contra el cansancio de lo cotidiano. Y allí es cuando, sin nada más productivo que hacer, me sumo en lo profundo de mis pensamientos.
No quiero ni recordar lo ocurrido pero es que no sé como he podido ser tan estúpida para fijarme en alguien como él; y, aunque ésta frase les sonará un poco trillada no hay nada más cierto: "aceptamos el amor que creemos merecer". Vivimos en la búsqueda de un reflejo de nosotros mismos y por más diferente que parezca la persona a la que le entregamos nuestros sentimientos, siempre terminamos junto a alguien que nos iguala nuestra manera de pensar o nuestra manera de sentir. Nos pasamos la vida buscando que nuestras ideas y nuestros sentimientos coincidan con los de alguien más; nuestra alma gemela. Aunque no es algo que siempre se logra y se van cometiendo ciertas equivocaciones a lo largo de ésta búsqueda.
Me he equivocado contigo, no lo negaré pero seguiré adelante.
Y así ha ido creciendo mi miedo, ¿habrá alguna persona a la que valga la pena entregarle mis sentimientos? No quiero desilusionarme de nuevo; pero eso demuestra que aún me falta mucho que aprender. Después de todo la vida está llena de altos y bajos.
Ya sin nada más a lo que valga la pena darle mucha importancia y luego de que han pasado ya varios meses, aparece en el panorama un viaje para despejar la mente. Esperaré con ansias y estaré dispuesta a lo que venga. Nos leemos luego, xoxo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Qué opinas?