Sufriría mil veces más,
si es por ti que estoy sufriendo.
Culpo a tu sonrisa,
que me sigue manteniendo despierta por las noches,
aunque está claro que la culpa es mía
por quererte tanto.
Te reinventaría otras mil veces:
en cada letra que escribo,
en los poemas que leo,
y en las melodías de esas canciones que me encantaría dedicarte.
Dibujaría mil veces tu silueta en mi mente,
y me aseguraría de no olvidar ni uno sólo de tus detalles.
Te tomaría de la mano y no te soltaría nunca,
te empacaría en la maleta
y te llevaría conmigo,
como a una edición de bolsillo,
para entretenerme en el viaje.
Pero la sentencia es clara
y es lo que me mantiene en vela:
mientras tu estés frente a un balón de fútbol intentando no pensarme,
yo, a varios kilómetros de distancia,
abordaré un avión preguntándome si es que
aún me piensas.
Y es que,
llevaré tu aroma conmigo,
pero puede que no lo traiga de vuelta...
Hermoso, me encanta.
ResponderEliminarTriste y hermoso a la vez. Me he sentido muy identificada con el texto ^^ Es nostálgico, pero con una puerta abierta a la esperanza porque nunca se sabe si esa persona está pensado en ti ;)
ResponderEliminarUn abrazo y pásate cuando quieras :3