viernes, 28 de noviembre de 2014

Across the boundaries.

Buscando la ventana del escape,
encontré una puerta en su lugar,
entreabierta, esperando por el momento indicado,
por mí.

Quiero gritar que estás conmigo,
que estamos juntos en esto.
Y ya el horizonte no parece tan lejano,
y las utopías se han vuelto metas alcanzables.
Sé que puedo intentar,
sobre mis límites y barreras,
llegar a la cima de la montaña,
conquistar esta causa no tan perdida de una vez.

Escucho tu respiración acompasada y me idealizo a tu lado.
Me sueño aquí y allá,
contigo, sin tí
de la mano o a rienda suelta,
desde mi hogar en tus ojos hacía el resto del mundo, mientras las manecillas de un reloj corriente guían mis pasos.
Y si decido quedarme,
me quedo contigo,
y si me voy,
te llevo conmigo.
Porque si me fui,
es sólo por una cosa...
Para que recuerdes que el mundo es redondo,
y que le daría la vuelta entera,
para obsevar por un segundo tu silueta, 
y así poder desde atrás,
rodear con mis brazos tu cintura.

Hoy más que nunca,
creo en aquellos imposibles posibles,
en los míos, tuyos y nuestros,
que han llegado a su fecha de vencimiento y luchan por convertirse pronto en una realidad.

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