Día uno sin ti: no quiero ni escribirte, pero aquí te escribo porque sigues estando así no sea cierto.
Sé que no te debo explicaciones pero no hago nada dejando páginas en blanco para mi misma, así como tú me has dejado a mi, vacía.
Sospechas que no me haces falta, que no dueles, que no te quiero y todo eso es tan cierto como ver la luna al mediodía y un treinta y uno de febrero.
Miento, y quizás ahora que lo admito, no te esté mintiendo. Te mentí con la mirada, con la boca, con mis manos que decían querer alejarse de ti cuando lo cierto es que te pedía quedarte un minuto más, o todos los que hicieran falta. Y he de aceptar que soy una terrible mentirosa, pero he visto por la expresión en tu cara que quizás te has tragado mi actuación... Así que, puedes irte, olvidarme o hacer lo que quieras con el recuerdo, repetir la historia con alguien más o empezar desde cero, quiero que seas feliz y no pienses nunca más en mi... Aunque como he dicho antes, quiéreme, no me creas, porque al fin de cuentas, sólo estaba mintiendo.
martes, 7 de abril de 2015
Quiéreme, no me creas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Qué opinas?