viernes, 10 de febrero de 2017

Siglo XX a flor de piel

 

Dos caudillos se disputan 
entre tus muslos
y bajo el vello autócrata 
de tu pubis
una montonera hambrienta
que te escarba desde adentro 
provoca la sacudida
de tu mano dura.
Entonces, te has llenado
las uñas de sangre 
y tu piel 
te la arrancaste a tirones.
Desde el congreso en tus labios
se van derramando leyes
para cicatrizar la carne 
¡inútil intento!
En tus entrañas
es otra la ley que manda
y parte de adentro una hemorragia 
que te oscurece el semblante 
y a chorros te empaña la cara.

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