Si preguntas por qué me pierdo cada vez que te miro a los ojos, te diría que tienes tantos misterios allí que pasaría la vida entera intentando descubrirlos.
Si preguntas por qué mantengo distancia o me guardo demasiado las espaldas, es porque sé que sólo con tenerte cerca has ganado la batalla entre mi orgullo y las ganas infinitas que tengo de abrazarte.
Si preguntas por qué no dejo de observar calmadamente tus labios cada vez que estamos juntos, es porque los míos llaman a gritos por un beso tuyo.
Si preguntas por qué, de todas las personas, únicamente soy capaz de dejar mis miedos a un lado contigo, es porque antes que nada, eres mi mejor amigo y no hay nadie con el que me sienta más segura.
Si preguntas por qué no dejo de poner esa sonrisa tonta cuando hablamos, no hace falta responder porque bien sabes que me traes loca, que he perdido a tu lado muchas veces la cordura y eso es sólo uno de los efectos que tienes en mi (aunque prefiero que no se te suba demasiado a la cabeza)
Y finalmente si alguna vez consideras que te pasa lo mismo estando conmigo, entonces ya seremos dos dementes con una causa. Para ese entonces tendré mi boca atrapada en la tuya, nuestras manos yacerán juntas a un costado y por fin entenderemos que amar(nos) no es siempre tan complicado.
martes, 12 de mayo de 2015
Amor para dummies
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