lunes, 25 de julio de 2016

Después de ti,
solo están las pocas fotos que no me atrevo a borrar,
los poemas que escribí
y la carta que ahora rompo.
Después de ti,
mi calendario ya no marca cada 06 como fecha patriótica,
mis recordatorios para encontrarnos cada noche dejaron de sonar
y los miércoles, antes nuestros, son solo eso, otro día.
Después de ti,
mis prendas íntimas intentaron suicidarse,
los cigarros ya no encienden
y el orgasmo no es más que un cuento de hadas que suelo contarme para dormir.
Siempre me pregunté qué habría después de ti
pero solo tenía los obsoletos mapas dibujados entre tus límites,
sin atreverme a ver más allá.
Nunca me imaginé que habría algo después del Apocalipsis,
de aquel muro de Berlín que me habitaba.
Ahora
que todo acabó,
que derribé aquella gran pared
y te diste a la fuga,
lo sé.
Después de ti, estoy yo
en ruinas.
Y descubrí,
que la tierra no era plana,
que tenía pedazos de mí aún por conquistar.
No quiero contar más aquella vieja historia de ti (en mi)
y lo que es peor, ya no recuerdo quién era yo antes de eso.
Así que quemé los mapas,
dejé el fanatismo a un dios que no hacía más que sacrificarme,
a esos ideales de amor eterno que me consumían,
y me fui
porque tengo la certeza,
de que tiene que haber mucho más 
(de mí) 
después de ti. 

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